Thursday, November 26, 2009

¿Soy demasiado exigente?

Hace rato que no escribo… me he sentido atrapado en mucho s sentimientos (¿otra vez?), positivos y negativos… muy negativos.

Me pongo a pensar sobre actitudes y formas de actuar de quienes me rodean, personas con las que he interactuado en los últimos días y me quedo en skock. No sé si me estoy volviendo muy exigente o si así está el país, si la gente no da para más.

Leí el periódico Reforma hace unos días, que mostraba un artículo sobre crisis en México, esta vez no económica, sino de perspectivas laborales, desempeño en el trabajo y satisfacción profesional. Es alarmante lo que leí, cosa que me trae al recuerdo un curso de técnicas para la búsqueda de empleo que tomé hace unos 3 años.

El periódico habla de que la mayoría de los mexicanos empleados, se sienten insatisfechos, desmoralizados por lo que hacen, mal pagados, etc. Me llama la atención. Tengo ya mucho tiempo de observar que en este pobre país casi nadie respeta su trabajo. ¿Justifica eso que dice el Reforma, el hecho de que la gente no respete lo que hace? Me explico: llevé mi auto a la agencia a hacer unas reparaciones francamente absurdas: cambio de aceite, un faro delantero fundido y dos foquitos del tablero haciendo falso contacto. La agencia es Cresta Narvarte, de VW, certificada en ISO 9000 (ja-ja) y concesionario Premium por parte de la planta de Puebla. Luego de dos días (sí, 2 días) me regresan el coche con el faro suelto (cambiado pero suelto), los controles del aire y ventilación mal colocados y los focos aún con el falso contacto y un desperfecto de regalo: las luces direccionales descompuestas. Es el colmo. El asesor de servicio, luego de escuchar mi "reclamo" me dice "ahh, tráigalo el martes y ahora sí lo arreglamos". Increíble, ¿no? Y es la gente que tiene empleo.

¿Otro ejemplito? En la sucursal Seven-Eleven de la esquina de Insurgentes Sur y Fernando Villalpando (junto a Plaza Inn), el dependiente, armado en la más alta soberbia que he visto, exige que cuando compres algo ahí pases tú mismo la mercancía por el scanner de la caja registradora, porque "él no es gato de nadie para cargar la mercancía y hacer esa operación".

Me puedo seguir hasta la madrugada…


 

Sobre el curso que menciono, estábamos cerca de 300 personas en un auditorio. Le presentadora inicia pidiendo a los asistentes que levante la mano aquel que se sienta satisfecho con el desarrollo profesional que hasta ese día, haya logrado. Fui el único que levantó la mano…


 

Besos a todo posible lector.