Hoy domingo no me gustó para nada lo que me hice de comer L. Probé una receta de verdura frita con gelatina de jerez pero no resultó. Se me hace que la zanahoria y la calabacita habrá que dejarlas secar para poder freírlas. En fin.
La cosa es que eso fue el detonador para que me deprimiera. Lo bueno es que ya me está pasando. Escucho interminablemente la pieza que más me conmueve (el 2º movimiento del concierto para piano de Ravel).
Platicaba con una persona muy amada que necesito liberarme de mí mismo. ¿Porqué soy tan idealista? No sé, hay momentos en los que quisiera saberlo. Bueno, creo que sí lo sé, es parte de lo que he descubierto a través de las cosas que he trabajado para ser mejor y amarme con más profundidad y calidad a mí mismo.
Soy así por lo que me pasó de niño. Estoy trabajando con el redescubrimiento de mi sombra (a través de un texto recomendado por Arturo) y haciendo ejercicios de relajación. He contestado algunas de las preguntas, no todas, previas a los ejercicios para, una vez descubierta mi sombra, trabaje con ella para integrarla a mi personalidad y logre lo más posible, la unidad de mi ser.
Busco incesantemente el evitar el daño, el sufrimiento… los golpes (algunos mentales, otros literales en el cuerpo) que tuve de chamaco me han marcado muy fuerte y no quisiera tener que aguantar más. Espero que estos ejercicios de la sombra me ayuden a desprenderme un poco más de todo esto.
Me falta mucho para lograr el nivel de valemadrismo que necesito.