Hola, hipotético lector de mi blog.
La semana pasada y lo que va de esta han sido de altibajos muy grandes. Como dice aquella canción (llamada "carta"), toco el infierno y luego alcanzo el sol, todo el mismo día. Es demasiada brusquedad, demasiado esfuerzo, demasiada aventura.
Los productos de CMDdeQ han sido aceptados de manera formal en una tienda. Al fin J, detalle que me llena de alegría y de orgullo también. He trabajado mucho por esto. Los trámites no se terminan pero hoy jueves parece que los tengo ya todos… momento en que me entero que en las oficinas de la Comercial Mexicana no están trabajando hoy. Bueno, el lunes será.
También aquí en casa y con los cuates los contrastes son muchos. Hay quienes se alegran y gozan conmigo este logro que empieza a cristalizarse: ver el esfuerzo reflejado en un lugar, en un sitio al que muchos quisieran accesar. Lo intentaré y espero que salga todo muy bien… nada ha pasado para que no sea así. Los contrastes vienen de los de siempre. Que Dios los tenga en su gloria y los ayude a gozar algún día de este paso por la tierra.
Sobre la influenza pues me ha pegado y bastante fuerte en cuanto a lo laboral. La universidad cerrada cuando me faltaba solo un par de días para cerrar cuatrimestre. Se quedó todo pendiente. El próximo ciclo empieza el 18, así que veremos qué tanto afecta. Espero no mucho.
Acompaño esto con una reflexión que me llegó ayer por la mañana. Están llenas de razón las palabras de ARS al hacerme (y hacernos) ver que son tiempos de reflexión. Todo tiene una razón de ser, un origen en nosotros mismos, que cada uno debe permitirse (darse el lujo casi diría yo) entender. Ojalá a todos nos llegue esa oportunidad y sobre todo, que ojalá y todos la dejemos entrar en nuestro ser.
Reflexión.
La epidemia de <influenza porcina> que aqueja a varias entidades de nuestro país y del extranjero, constituye, sin lugar a dudas, una situación muy seria que debe ser atendida cabalmente, pero no debe ser alarmante. Recordemos que la peor de todas las epidemias es el miedo.
En consecuencia, lo primero que debemos hacer es preservar la calma, la distancia crítica frente al principio de realidad. Actuar con serenidad y lucidez.
En segundo término, debemos tomar todas las medidas precautorias del caso. Todos las conocemos: no saludar de beso, ni de mano, usar cubre-boca, lavarse las manos dos veces seguidas y desinfectarse con algún gel de alcohol varias veces al día, en especial cuando hayas estado en contacto con cualquier fuente potencial de infección; no asistir a reuniones masivas y mantener una distancia pertinente de uno a dos metros en encuentros con otras personas para evitar que un estornudo, tos o cualquier tipo de expectoración al hablar pueda alcanzarnos con su saliva. En fin, aplicar estas y cualquier otra prevención del tipo sin temor a parecer ridículos, paranoicos, hipocondríacos o alarmistas. Demos un digno ejemplo de desarrollo de conciencia tanto en familia, como en el trabajo y la calle. No hay otra alternativa, tenemos que parar en seco la cadena de trasmisión de la epidemia para que no se convierta en pandemia. Esto tomará, aproximadamente 10 días, según nos informan.
En tercer término, pensemos que cuando sucede un evento de esta naturaleza, trae consigo un mensaje implícito para reflexionar sobre el sentido de la vida y su increíble fragilidad. De manera que estos momentos de aislamiento necesario resultarán muy fructíferos si te exploras internamente y procuras un mayor contacto con tu ser. Espero que todos podamos percibir la importancia de vivir en armonía y construir un mundo más unido, más justo, más amoroso.
Aprovecha también el tiempo para hacer todo aquello que has pospuesto: pon tu casa en orden, tus papeles, tus relaciones. Y convierte este tiempo de aislamiento parcial en un reencuentro fructífero con tu propio ser. Pregúntate acerca del sentido de tu propia vida. Aprovecha al máximo cada instante de tu existencia. Disfrútala y ámala. Este es un buen momento para reflexionar y crecer. Yo no quería que pasara desapercibido.
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Cuídate, disfruta tu crecimiento y atiende a tu familia y a tu comunidad. Inspira confianza y compromiso en los demás.