Thursday, April 30, 2009

Reflexiones de hoy martes

Hola, hipotético lector de mi blog.

La semana pasada y lo que va de esta han sido de altibajos muy grandes. Como dice aquella canción (llamada "carta"), toco el infierno y luego alcanzo el sol, todo el mismo día. Es demasiada brusquedad, demasiado esfuerzo, demasiada aventura.


 

Los productos de CMDdeQ han sido aceptados de manera formal en una tienda. Al fin J, detalle que me llena de alegría y de orgullo también. He trabajado mucho por esto. Los trámites no se terminan pero hoy jueves parece que los tengo ya todos… momento en que me entero que en las oficinas de la Comercial Mexicana no están trabajando hoy. Bueno, el lunes será.

También aquí en casa y con los cuates los contrastes son muchos. Hay quienes se alegran y gozan conmigo este logro que empieza a cristalizarse: ver el esfuerzo reflejado en un lugar, en un sitio al que muchos quisieran accesar. Lo intentaré y espero que salga todo muy bien… nada ha pasado para que no sea así. Los contrastes vienen de los de siempre. Que Dios los tenga en su gloria y los ayude a gozar algún día de este paso por la tierra.


 

Sobre la influenza pues me ha pegado y bastante fuerte en cuanto a lo laboral. La universidad cerrada cuando me faltaba solo un par de días para cerrar cuatrimestre. Se quedó todo pendiente. El próximo ciclo empieza el 18, así que veremos qué tanto afecta. Espero no mucho.


 

Acompaño esto con una reflexión que me llegó ayer por la mañana. Están llenas de razón las palabras de ARS al hacerme (y hacernos) ver que son tiempos de reflexión. Todo tiene una razón de ser, un origen en nosotros mismos, que cada uno debe permitirse (darse el lujo casi diría yo) entender. Ojalá a todos nos llegue esa oportunidad y sobre todo, que ojalá y todos la dejemos entrar en nuestro ser.


 

Reflexión.

La epidemia de <influenza porcina> que aqueja a varias entidades de nuestro país y del extranjero, constituye, sin lugar a dudas, una situación muy seria que debe ser atendida cabalmente, pero no debe ser alarmante. Recordemos que la peor de todas las epidemias es el miedo.

En consecuencia, lo primero que debemos hacer es preservar la calma, la distancia crítica frente al principio de realidad. Actuar con serenidad y lucidez.

En segundo término, debemos tomar todas las medidas precautorias del caso. Todos las conocemos: no saludar de beso, ni de mano, usar cubre-boca, lavarse las manos dos veces seguidas y desinfectarse con algún gel de alcohol varias veces al día, en especial cuando hayas estado en contacto con cualquier fuente potencial de infección; no asistir a reuniones masivas y mantener una distancia pertinente de uno a dos metros en encuentros con otras personas para evitar que un estornudo, tos o cualquier tipo de expectoración al hablar pueda alcanzarnos con su saliva. En fin, aplicar estas y cualquier otra prevención del tipo sin temor a parecer ridículos, paranoicos, hipocondríacos o alarmistas. Demos un digno ejemplo de desarrollo de conciencia tanto en familia, como en el trabajo y la calle. No hay otra alternativa, tenemos que parar en seco la cadena de trasmisión de la epidemia para que no se convierta en pandemia. Esto tomará, aproximadamente 10 días, según nos informan.

En tercer término, pensemos que cuando sucede un evento de esta naturaleza, trae consigo un mensaje implícito para reflexionar sobre el sentido de la vida y su increíble fragilidad. De manera que estos momentos de aislamiento necesario resultarán muy fructíferos si te exploras internamente y procuras un mayor contacto con tu ser. Espero que todos podamos percibir la importancia de vivir en armonía y construir un mundo más unido, más justo, más amoroso.

Aprovecha también el tiempo para hacer todo aquello que has pospuesto: pon tu casa en orden, tus papeles, tus relaciones. Y convierte este tiempo de aislamiento parcial en un reencuentro fructífero con tu propio ser. Pregúntate acerca del sentido de tu propia vida. Aprovecha al máximo cada instante de tu existencia. Disfrútala y ámala. Este es un buen momento para reflexionar y crecer. Yo no quería que pasara desapercibido.


Cuídate, disfruta tu crecimiento y atiende a tu familia y a tu comunidad. Inspira confianza y compromiso en los demás.

Thursday, April 16, 2009

Iniciando la 3a fase: la prueba de fuego fue superada, la curación es un hecho

Me llena de gozo llegar a este momento. Ha sido un camino difícil, lleno de buenas intenciones como el que conduce al infierno (dicen) pero ahh, que a gusto se siente llegar aquí.


 

Anoche viví varias situaciones que vienen a sellar con gloria el proceso que estoy viviendo. Me han provocado un gozo indescriptible:

  • La exposición de los trabajos desarrollados por el grupo de Gustavo. Me sentí halagado. El hecho de que se hayan tomado el tiempo de analizar mi propuesta de negocio ya es glorioso. Tomé muy buenas ideas: el formato del recetario, el concepto del vidrio por encima de la lata y el hacer de lo tradicional algo gourmet. Me gustó mucho.
  • El darme cuenta, terminado el evento, de que todo ha valido la pena para algo positivo. El haber sido recibido sin malos modos el lunes por la tarde fue excepcional. Pero más lo ha sido el darme cuenta de que he logrado quererme… amarme tanto, como nunca lo había hecho. Es sentirme en paz conmigo mismo, es ver la llama del cirio estática y dormir sin pensar en nada más que en el descanso que me espera… es gozarme, es advertir mi inteligencia, mis capacidades y también mis debilidades, es aceptarme y perdonarme.
  • Es también darme cuenta que aunque duele, y muchísimo, pude al fin, hacerme a un lado de una situación que tenía detalles que no me gustaban. Si me quedaba, la historia se habría repetido y todo habría sido en vano. Es un gozo enorme darme cuenta de que fui capaz de anteponer el amor que he logrado tenerme, a la necesidad… ¿o dependencia? de estar con alguien. Mis nuevos valores son el respeto (a mí y a los demás); el creer que puedo seguir siendo yo y que el estar con otro es mirar ambos al mismo lado; el ser responsable por mí mismo y de lo mío. Lo primero se rompió muy pronto, y me alegro no haber seguido con eso ahí. Al fin entiendo: la gente llega hasta donde uno se lo permite… y no más. Me llena de gozo saber que he aprendido la lección y que al menos en esta, no volví a caer.
  • El empezar a leer un regalo que me hizo anoche alguien que mostró un profundo y sincero amor al verme y recordarme: el libro de Ciencia y Técnica con Humanismo.

¿Qué viene ahora?

El experimentar con mayor fuerza estas experiencias. El no caer, el no dejar de sonreír ante la oportunidad que se observa.


 

Me falta muchísimo: en la empresa, en la escuela, sobre todo en mí. No olvidar lo aprendido para que cada día valga la pena. Hasta ahora así ha sido. La curación es un hecho.


 

Gracias.