El martes hicimos una muy buena conclusión en la sesión de terapia. Dadas las casi dos semanas desde la anterior, en la que destapamos el origen de los "problemas" que traigo, fue muy útil dejar procesar las cosas y que todo tome su nuevo cauce para que los cambios sean de manera definitiva.
Esto también me ayuda para aprender respecto a una situación que enfrenté el miércoles, que narro más adelante.
A fin de cuentas sí, sí he encontrado una definición de lo que es la libertad de conciencia. Me da mucho gusto hacerlo, lograrlo y sobre todo, practicarlo. Acepto que me está costando y bastante trabajo. No estoy acostumbrado a decir "no", ni tampoco a sentirme desprendido de la opinión de los demás. Pero los resultados saltan a la vista, es lo mejor de todo: hice presencia apenas 1 minuto y se notó J.
Sigo trabajando en la necesidad de observarme y de observar. Es fascinante, no sé porqué no fomentamos desde pequeños esta práctica. Me ayuda a ver las cosas desde otro punto de vista, desde una perspectiva diferente, abierta, y en la medida en la que voy madurando, sin prejuicios.
Coincide todo esto con lo que estoy terminando de leer (la enfermedad como camino). Me gustó mucho ese libro, participó ayudándome a conocerme mejor, a ver los orígenes de mis malestares físicos y a trabajarlos para resolverlos. Qué razón tiene cuando habla de la hipertensión: la prisa, la necesidad de sentirme protegido por mí mismo y la persecución de elementos que me cuiden ha sido imperante para estar así ahora. Pero qué bueno que me doy cuenta ya, para de alguna manera retomar caminos que se quedaron a medio recorrer y tomar aquellos que no han sido recorridos. Experimentar es la clave, abrirse a nuevas opciones, personas, perspectivas. No va a pasar nada con hacerlo. Eso sí, habrá que seguirlo haciendo en plena conciencia, para que aprenda de todo y vaya tomando aquello que me guste y haga sentir mejor, que me haga ser un mejor hombre.
Me quedé también con tarea. Dos ejercicios, a saber:
- Hacer una autobiografía, con la intención de identificar el pasado, lo que ya pasó y sobre lo que ya no tengo nada más que hacer. Aquí también debo incluir aquellos logros que he tenido, con la finalidad de "perdonarme". Sí, necesito hacerlo, para vislumbrar de una manera objetiva quién he sido, qué he logrado y así, terminar de cargar con esa huella de abandono que en mi mente grita "eres un inútil". Esto se dará en la medida en la que ubique con el ejercicio mis "introyectos" y mis logros. Eso de los introyectos estará interesante, ya que me servirá para identificar los "debería ser" con que he crecido, para cuestionarlos y dejarlos ir. Aquí consultaré con el ejercicio de días pasados donde cuestioné los valores y creencias que me conducen. Sobre los logros… es importante que los ubique para darme cuenta de cuánto he hecho. Necesito, debo sentirme satisfecho conmigo mismo. Sentar cabeza y ver que he sido un hombre de mucho provecho, que he hecho más que muchos, más que cualquiera incluso, dentro de la familia. Debo traducirlos a un nivel de satisfacción propio, para que tengan sentido, porque los he obtenido por esa huella de abandono, para llenarla de algún modo… y por eso nunca he tenido suficiente. Aquí la capacidad de hacer conciencia cobra fuerza como nunca, para que no olvide ejercerla de ahora en adelante.
- Representarme en una obra de teatro, luego de ver la representación de alguien a quien admire. Esto con la finalidad de aprobarme en el mejor papel que he desempeñado: el mío. Si hago el ejercicio bien, el 1º que represente me ayudará a ver la forma en la que, al admirar su papel en mi vida, pueda ver que en el mío también hay mucho que admirar.
Serán de gran utilidad, ya expresaré los resultados. Por lo pronto, mañana zarpo a Querétaro, a mi refugio personalísimo donde todo esto florece fácilmente.
Todo esto de observarme y de generar conciencia sobre mí me gusta enormemente. Cobra sentido la vida y lo que hago en ella. Cobra sentido el observar cómo lo que está a mi rededor me impacta, influye y forma. Cómo decido y con qué. Es increíble ver cómo es que bajo presión (y bajo la presión de marcial), he tomado decisiones absurdas, arrebatadas y cómo, con la plena conciencia, decido mucho mejor.
Comento entonces respecto al hecho que mencioné al inicio… el miércoles me di cuenta de la falta de reciprocidad que se está dando en una relación que comienzo. No me gustó nada el comentario de las visitas, no cabía el hacerlo. Pero qué bueno, porque ahora viene una fase de prueba en la que si no se da esa reciprocidad, será muy buen tiempo para recapacitar sobre el rumbo de las cosas. Me da gusto no precipitarme y darme la oportunidad de seguir observando. El problema lo tiene Él, no yo. Con todo mi amor me he puesto al servicio de gente como Él y no han apreciado. Mal por ellos (si… J y J incluidos). En mí esta el observar y decidir si me mantengo o me alejo.
Feliz fin de semana. Lo pasaré en Querétaro. Espero conocer a Alfredo y Luis, pintar las protecciones de la casa (del frente) y preparar todo para pintar la recámara.
Un abrazo al lector de esto.