Thursday, February 12, 2009

Autoaceptación

Qué bien ha resultado el proceso de crecimiento que enfrento. Ayer miércoles y hoy jueves, han sido de los días más enriquecedores de mi vida.


 

La sesión de terapia fue crucial. Lo que vino después fortaleció mi autopercepción y autoaceptación de una manera única, muy importante para mi desarrollo.


 

Describo mi sentir:


 

  • Me he sentido "culpable" por cosas que yo no generé, que no provoqué, vamos, ni siquiera impulsé. Si fui tratado de la manera en la que fui, no fui yo el causante. Simplemente me atravesé en ese momento, pero no generé nada que lo provocara. Lo suelto simplemente, lo dejo ir. Es parte de ese perdón que empezó en Morelia hace unos meses. Me perdono yo también por haber cargado eso sin tener porqué.
  • Lo que les ha pasado a los demás, si fueron despojados de su tranquilidad y objetos materiales, tampoco ha sido cosa mía. Yo ni estaba. Yo era un niño y si estuve, ni cuenta me di. ¿Esperaba que la defendiera? ¡Era yo un niño por Dios!
  • El sentimiento de culpa me inundó, creyendo que efectivamente había yo causado esas reacciones. Y nada tuve qué ver. Brilla en mi mente ahora, pero mientras, qué mal hice en creerme ese condicionamiento. Cargué con ello y provoqué… me provoqué una reacción que también hoy libero. Ante esa culpa siempre creí que debía esperar la aceptación de esos que me culparon, para sentirme así: redimido. A todo y a todos siempre les he dicho que SI. Seguí el juego de "soy culpable, yo generé ese comportamiento, por lo que ahora, para sentirme perdonado, requiero de su aceptación". Y me la pasé en ese círculo. Diciendo a todo y a todos que sí para que me quisieran, para que me aceptaran.
  • Brilla también la idea de que no necesito esa aceptación externa, sino solo la propia. Anoche el éxtasis lo alcancé cuando Alejandro me confirma: "qué bueno que te das cuenta de ello, porque no necesitas la aceptación de nadie. Tienes todo para aceptarte a ti mismo. Eres un hombre independiente, muy inteligente, que ha ido siempre por lo que ha querido. ¿De dónde sacas que necesitas la aprobación de los demás? Por eso estoy aquí, porque tienes todo".


 

Y como buen marcial, ante estas reflexiones, hago planes de acción:


 

  • Debo salir de casa. Ahora el proyecto de las conservas cobra todo su sentido. Estaré saliendo de casa, ofreciendo lo que hago, vendiendo, llevando y trayendo. Habrá dinero para rentar un espacio. ¿Querétaro? Mejor que nunca.
  • Debo formar una red social. En esa medida tendré parámetros de comparación, de crecimiento y de capacidad.
  • Puedo con esto y con más. Si ya acepté que soy gay, y que fue lo más difícil que he hecho en mi vida, ¿qué me puede pasar ante la posibilidad de seguir creciendo? Solo eso: seguir creciendo.
  • Debo pedir ayuda. Pedir ayuda no es demostrar debilidad. Por el contrario, eso me fortalecerá y fortalecerá mi proyecto de vida en toda su amplitud.
  • Debo aprender a decir NO. Ya basta de complacencias externas. Debo complacerme a mí.


 

Esto ya se convirtió en un reto. No hay vuelta atrás.


 

Llegar a este punto me alivia, me reconforta conmigo mismo. Terminé el día sintiendo algo realmente diferente… ¿será eso a lo que llamamos "libertad"?

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