Es curioso (Dios así se conduce, siempre con una intención bien definida), cómo siempre que pido a quien me cuida, que me proporcione lo que necesito, me lo da sin mayor problema. El jueves le pedí que me sacara de una situación incómoda en la que estaba inmerso…y el viernes recibí respuesta.
Sucedió tan fácil, tan carente de dolor, que ahora puedo decir que soy yo el liberado. He aprendido a amarme, no se aun si sea ya lo suficiente o no, pero si al menos, lo que hasta hoy necesito para sentirme pleno. Es sensacional darme cuenta de ello, ver que la suficiencia interna de la que me han hablado, para poder amar a los demás sin condición, se está viendo en mí. Pleno de agradecimiento desperté hoy. Gracias por ello.
Las páginas que puso anoche Dios en mis manos, me liberan nuevamente. Dios me dice que estoy aquí para tres cosas, nada más: alimentarme, vivir y descansar. Jesús añade que para amar y ser felices. No tenemos otra cosa que hacer más que admirarnos de estar vivos. La alegría de Dios no necesitaba de nada. Él se basta a sí mismo. No tiene sino que contemplarse para ser feliz, para alimentarse, vivir y descansar. Todo lo creado no ha aumentado en nada su infinita alegría, belleza y vida; sino que todo lo hizo para la creatura que quiso dejar como rey en su obra que creó: nosotros. Merece la pena vivir para ver tan magnífica obra de Dios y para comprender su poder que nos la entrega. Así, sin más nada. ¿Qué necesidad tenía Dios de crearnos? Ninguna. Es tanto su amor que simplemente nos hizo. Eso debiera admirarnos y ocuparnos más que cualquier otra cosa. Nos perdemos en tonterías… y más en aquellas que no nos enseñan a amar sin condición, en aquello que nos distrae del amor verdadero, del que se da sin esperar, sin condicionar, sin truequear, sin poseer, sin celar.
Caray, cuánto tiempo perdemos. Cuántas vueltas le damos a la mente hurgando en las respuestas de lo que nos inquieta en lugar de perdonar y amar por el simple hecho de hacerlo.
Es importante entender esta misión tridimensional que Dios nos proporciona. En la medida en la que la entendamos, podremos darnos cuenta de lo fácil que debiera ser vivir y de lo fácil que debiera ser amarnos y amar a los demás.
Estoy a su servicio. Lo amo y lo comprendo. Estoy a TU servicio, TE AMO y TE COMPRENDO. Solo falta que tú también quieras.
No comments:
Post a Comment