Ha sido una lección de vida muy interesante y muy intensa.
He revalorado todo: la comida, el tiempo libre, a mis hermanos, a mi madre y la relación que guardo con ellos, los amigos, las relaciones, el trabajo... a mí mismo.
Físicamente he visto también que aún soy fuerte, pero ya no como fui hace 20 años... hace 10. El dedo de la mano derecha va formándose, el hueso que se mostraba como disuelto el primer día empieza a formar callo. Lo que no me dolió los primeros días me ha dolido estos últimos, me ha incluso despertado en las noches.
Me he dado cuenta que no necesito tanto: ni la computadora más nueva, ni el último televisor ni la camisa de marca.
Vaya, todo lo que ha tenido que pasar para entenderlo. Dios tiene sus métodos y los aplica hasta que entiendes... y si no es en esta vida, será en la siguiente, pero hasta que entiendes.
No comments:
Post a Comment