El Placer de la Amistad

En estos días he estado un poco escaso de...cómo decirlo, inspiración quizá, para escribir, pero definitivamente hoy me empieza a llegar de nuevo.

He estado muy contento, se han dado diversos acontecimientos en estos últimos días que me han hecho sentir vivo otra vez. Es maravilloso ver cómo Dios responde a los llamados de los que creemos en Él.

Hoy en la mañana escuché un relato de Olga, con el que me di cuenta del tamaño de su fe y su corazón. Fue un detallazo...me impresionó ver cómo nos parecemos en ese sentido: le pedimos a Dios de igual forma que nos aleje de aquellos que no nos dejarán algo bueno...y vaya que nos escucha. Insisto en algo que Héctor me enseñó: Dios nos da lo que necesitamos, no lo que queremos. Y que onda, estoy muy contento por su coche nuevo: blanco como la nieve, espacioso como su corazón y fuerte como su alma.

¿Qué más me está motivando a dejar hervir la sangre por mis venas? Ahhh pues, la oportunidad de volver a sentir, de volver a sentir por mi y por otras personas, la oportunidad de sentir el sol en mi cara sin que me queme, de controlar mi temperamento y hasta la temperatura de mi cuerpo. Es excitante andar así.


El fin de semana tuve la oportunidad de hacer vibrar mi más íntima fibra. Escuché el Concierto Para Piano En Sol de Maurice Ravel en vivo. Fue excitante, el piano negro y los dedos encrispados del solista...el clarinete con el piano solo al minuto 6 del 2º movimiento es simplemente indescriptible. Lloré, vibré, me fui, me ausenté, dejé de ser yo...es claro lo que dijo el mismo Ravel cuando se le preguntó qué opinaba de su propia obra: “este concierto para piano sí es PARA el piano, no CONTRA el piano”...jazz puro. Me arranca de mì mismo para sentirme otra persona, en una dmensiòn màs allà de lo superfluo, de lo material, de lo cotidiano y lo ordinario. Sí, emprendí un nuevo viaje del creo no volveré...

Que valiosa me ha resultado la amistad de quienes se han dejado conocer y conocerme. Les agradezco con el corazón, voluntad y mente lo que han hecho por mí.