Friday, October 07, 2005
La carta, agradecimientos y el agua bendita
¿De qué escribiré hoy? Pensé por ahí de las 4 de la tarde...
Quiero compartir algo que hice el día de hoy por la mañana, un pendiente que tenía de hace varios días.
Como parte de los ejercicios recomendados por Carlos, me pidió que escribiera una carta donde agradeciera a todos los que tuviera algo que agradecerles, relativo a mi existencia, a mi ser y a mi estancia pues, aquí en este mundo y en este tiempo.
Me aventuré a escribirla en papel especial, de color azul para variar (mi color favorito...dicen algunos que es un color frío, como el hielo...quién sabe), con tinta de roller, directo de Montblanc. Y qué tal, cuatro hojas por los dos lados. Desfilaron verdaderos personajes: mis padres encabezando la lista, otros las víctimas del cuento (mis hermanos, ¡válgame!) y desde luego mis hermanas, de una de las cuales no espero ya ni la sonrisa y Lolita, pues qué más alegría que consentirla. De fuera del nido familiar pues me enfrenté a fantasmas como los de Juan (si, el light), Joaquín (congruente, por lo cual maravilloso), Héctor (ufff), Rita su esposa (más ufff) y otras peculiaridades que han pasado por mi existencia aquí.
Fue muy interesante el ejercicio, ya que una vez terminada la carta habría que embotellarla en agua bendita. Para tal efecto, me hice de una botella de vino blanco recién consumido, unos días antes de mi cumpleaños este año. Metí la megacarta sin lavar la botella, realmente sin pensar en qué podría pasar. La llené con el agua bendita, sellé con el mismo corcho y esperé los días que Carlos recomendó, con la botella bajo la almohada. Hoy en la mañana procedí con el último paso del ejercicio...vaciar el agua sobre mi cabeza...
El resultado me sorprendió, ya que por el clima que se estaba dando esperé que el agua estuviera helada...y no, estaba caliente. ¡Sí, caliente! Me sorprendió mucho...no sé qué signifique..además de ello, las hojas sin letras, por lo que supuse que el agua estuviera oscurecida, pero no, totalmente transparente, y con el agradabilísimo olor del vino que degustara con los chiles en nogada. El sábado 15 de octubre que vea a Carlos espero descubrir lo sucedido, ya lo escribiré aquí.
Y, ¿Qué hice hoy para ser un mejor hombre mañana? Pues algo de lo que “solo por hoy” me he estado proponiendo hacer: leer algo que requiera esfuerzo, meditación y concentración. El libro de “Así habló Zaratustra” está resultando todo un reto, la lectura es complicada y necesito volver a leer sus pensamientos para comprenderlos. Por ahora me he enfrentado a reflexiones que hablan de cómo uno debe desprenderse de sus virtudes para dar paso a una persona mejor...el superhombre que mencioné antes.
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